martes, 3 de mayo de 2016

Infierno

Ya lo sé, tu mano no despertará más este cuerpo;
tu boca que me regaba de dicha apenas si se convertirá
en un recuerdo que con el tiempo
tomará la forma de pesadilla,
de las que atacan -sin sorpresas-
cada domingo por la tarde
cuando el pecho se convierte en abismo,
y yo suicida en potencia me lanzaré
aferrado al eco de tu mágica sonrisa
de la que soy cautivo.


Ya lo sé, ahora que los atardeceres
dejaron de ser sosiego,
y que la noche se llenó de fantasmas,
el tiempo volverá a correr sin sentido y con prisas;
y mis manos comenzarán a temblar
cuando acaricie tu lado frío de la cama.

Ya sé, el dolor con los meses pasará
y de a poco se disipará tu falta
pero hasta que eso suceda moriré,
una y mil veces cada vez que te nombre
sin siquiera pronunciar palabra.

MÁS DE LO MISMO

Y cuando te vayas,
y dejes a este que hasta hoy he sido,
me partiré en mil pedazos
y marcharé a mil lugares diferentes
y con el afán de olvidarte me dejaré mil veces
en mil rincones distintos
pero al hacerlo sólo estaré sembrado de vos al mundo
y haciendo que todo sea un poco más de lo mismo…

MICRODUELOS

Hoy, en cada papel en blanco que encuentro
te recuerdo llorando ríos de tinta
por las yemas de mis dedos…

LA MORFOLOFÍA DE LAS DUDAS

¿Cuál es la forma exacta del pensamiento,
la estructura del silencio;
el peso justo de la soledad,
en las tardes de domingo?

¿Cuál es la raíz de la duda,
el origen del sinsentido
o simplemente el motivo
de todas estas palabras?

PENDIENDO DE TUS OJOS

No me quites de un golpe la mirada,
temo morir de frío o estrellado
justo en medio de la nada.

Leandro Murciego

*Argentina
*Poesía y Programa Radial literario
*Poesía a Mano Alzada (www.poesiaamanoalzada.com.ar) y Noche de Letras 2.0 (www.nochedeletras.com.ar)

*lmurciego@gmail.com  

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