Tarde de triunfos
en La
Petatera
*Uriel Moreno “El Zapata”
obtuvo dos orejas; sus alternantes cosecharon una cada uno
Miguel Ponce – Dimensión
Fotos de José Ramón Rodríguez
Barragán/zapotlangrafico.com
Este domingo se celebró la
tercera y última corrida formal de la edición 158 de los festejos Charro Taurinos
en la monumental Plaza de toros La Petatera de Villa de Álvarez.
Uriel Moreno “El Zapata” se
convirtió en el gran triunfador al cortar dos orejas al quinto de la tarde;
Jorge Hernández cortó una oreja y vuelta al ruedo; mientras que Antonio García
“El Chihuahua” también se llevo un apéndice.
Los astados que se lidiaron
fueron de la ganadería de Los García en donde sobresalió el jugado en cuarto
lugar, por su bravura y nobleza, mereció el premio de arrastre lento.
El coso villalvarense registró
un lleno casi total, ante el entusiasmo de ver a estos toreros que en
anteriores ocasiones ya habían triunfado en este recinto taurino.
URIEL MORENO “EL ZAPATA”
En su primer enemigo,
"Agradecido" de 475 kgs., lo recibió de rodillas a la altura de
trancas, después instrumentó bonitas verónicas que provocaron los primeros “olés”.
Le colocó buenos pares de
banderillas, a pesar de que el toro no acometía como el lo hubiese deseado.
En la muleta estuvo bien, en
ocasiones le templó bastante provocando que la afición le aplaudiera
encomiablemente.
Lamentablemente sus fallas con
el acero le impidieron cortar la oreja que ya la tenía ganada.
En el quinto de la tarde,
"Hasta Pronto" de 465 kilogramos, hizo un esfuerzo extra, de nuevo
rodillas en tierra recibió al cárdeno claro que le toco en suerte, puso
banderillas luciendo enormemente; logró colocar su par monumental para luego
colocar al violín y finalizar con un sesgo exponiendo demasiado.
El público se puso de pie para
festejar la extraordinaria forma de banderillear del tlaxcalteca.
Inició su faena de muleta
pegado a trancas, realizó pases de sometimiento para meter a su toro en la
muleta, lo que fue consiguiendo rápidamente.
A ritmo del "Camino real
de Colima", insistió por el lado derecho del burel al que le sacó pases de
calidad, hizo desplantes toreros que pusieron a los asistentes de pie.
Mató con entrega y valor
dejando el acero en buen sitio para hacerse merecedor de las dos orejas por
parte del juez Alfredo Huicochea.
JORGE HERNÁNDEZ
Vaya que el rejoneador estuvo
bien, tras fallar a la hora de poner los dos primeros rejones de castigo a su
primer toro "Tartamudo" de 470 kilogramos, mejoró y de qué forma;
colocó bien las banderillas, dejando adornado correctamente el morrillo del
negro listón.
Al finalizar de clavar las
banderillas, se presentaron los forcados de Mazatlán que lograron una buena
pega, limpia y con gran valor lo que fue reconocido por el respetable.
Al tirarse a matar, Hernández
se le fue la mano y dejo una entera caída, el toro tardó en doblar y fue
premiado con una merecida vuelta al ruedo.
En el cuarto de la tarde,
segundo de su lote, "Colimote" de 470 kilogramos, Jorge Hernández
realizó un trabajo de limpieza y exponiendo la cabalgadura; instrumentó el
violín, puso banderillas al quiebro, le paso por delante al toro varias veces.
El animal, hay que decirlo, fue entrando en la faena de manera notable
mostrando nobleza, fijeza y voyantía.
De nuevo los forcados hicieron
su aparición, dando otra muestra de su afición y valentía, ganándose de nuevo
una sonora ovación de los asistentes.
Jorge Hernández entro a matar
y dejo una estocada entera un poco trasera, fue de efectos letales y el público
pidió la oreja para el jinete, la cual fue concedida; el juez atinadamente
premió a "Colimote" con arrastre lento.
ANTONIO GARCÍA "EL
CHIHUAHUA"
El joven torero norteño puso
valor en su primer enemigo "Juncal" de 480 kilogramos, le dio buenas
verónicas con las que lo saludo. En banderillas como siempre
"Chihuahua" le puso valor y acrobacia, dejando los pares en buena
colocación y exponiendo demasiado.
En la muleta se le pego un
"Arrimón", al toro que en ocasiones levantaba la cara y quería huir;
finalmente lo sometió y cuando ya no hubo más toro que torear, recurrió a
desplantes temerarios.
Mató de media estocada de
efectos fulminantes y el público solicitó la oreja que fue otorgada.
En cierra plaza
"Pollito" de 470 kilos, no tuvo material a modo, el toro era un manso
con peligro; colocó banderillas exponiendo mucho, el animal con derrotes
intentó hacer por el más de una ocasión.
Con la muleta poco pudo hacer
debido a que el cárdeno no acometía al mando del torero, cuando lo hacía
derrotaba peligrosamente.
Mató de tres pinchazos y una
buena cantidad de descabellos para dividir opiniones, predominando los pitos
del respetable.
Hay que decir que la corrida
fue de "Gala Charra", algo que en mi punto de vista, el traje
incomoda a los toreros a la hora de instrumentar el toreo.
Es así como concluye con éxito
un serial taurino que fue bueno en términos generales, destacando la buena
presencia de los astados que se presentaron.
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