Pergamino balompédico
Alex Carbajal Berber
Reacciones al medio boleto
La selección mexicana tiene
más de un pie en el Mundial de Brasil 2014. Nueva Zelanda fue un cuadro que en
nada mostró un nivel cercano a un participante de Copa del Mundo, y si ha de
quedar fuera, será por sus crasos errores en la visita sostenida hace unos días,
en el Estadio Azteca.
A los “All Whites” les queda
un último estirón de 90 minutos, aunque parecen insuficientes cuando se trata
de remontar cuatro goles que su defensa encajó, pese a las salvadas
espectaculares de su arquero. En Televisa y Azteca parecen respirar tranquilos;
el “Piojo” Herrera nos mostró sus mismos gestos y reacciones que en aquella
final América-Cruz Azul, como para vestir un buen reportaje de color que contribuya
al rating; los americanistas vieron a su equipo vestido de verde, en una
regresión al primer partido internacional mexicano, cuya base también fue el
Club América, de antes de 1930.
Hasta el momento, el fracaso
más grande de una selección nacional se ha esquivado por la mínima. Quedan
algunos debates que serán fundamentales para la buena planeación de una casi
inminente participación mundialista. Si puros jugadores de la Liga MX, si van
los “europeos”; si Carlos Vela y el Chicharito, o si Oribe y Raúl Jiménez.
También en otros lares
respirarán más que tranquilos. No es solamente la plata que se mueve en torno a
una participación mundialista de México, también está el factor político y
social que ha salvado muchos cuellos del 2014, un año en que la población
mexicana empezará a resentir las medidas político económicas que el Primer
Mundo impone al Tercero; Oribe y Jiménez harán un poco más disimulable que
nuestro futuro se escribe en Harvard y Yale.
De paso, nos damos cuenta que
con las reglas actuales, es prácticamente imposible que México pierda un pase a
una Copa del Mundo. Si el rival hubiera sido Uruguay, la perspectiva no sería
tan halagüeña, y sin embargo, la misma duda de antes sigue rondando el Centro
de Alto Rendimiento: ¿a qué vamos a la Copa del Mundo?
La respuesta se dará conforme
los resultados lleguen, pues al momento no es predecible nada. México no tiene
forma, estilo o visión de juego. Esa piedra en los botines no se ha ido; el
resultado abultado no esconde que el rival tenía más de un tercio de “don
nadies” en el panorama futbolístico global. Así es: que en Nueva Zelanda se
queden con su primermundismo, porque los “jodidos” son los que van a las Copas
del Mundo. Todavía no se sabe a qué, ni el cómo, y menos con quién. Pero es más
seguro que los verdes vayan, a que los neozelandeses logren la hazaña de
propinarle el golpe más duro a un balompié azteca que regresó desde los
adentros del infierno.
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