TAREA POLÍTICA
José Luís Santana Ochoa
PRIISMO PORTEÑO
El próximo presidente del Comité Directivo Municipal
(CDM) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Manzanillo, tendrá la
misión imposible de restaurar en la militancia tricolor la armonía perdida por
la refriega electoral anterior en la que, de los cargos locales en disputa,
solamente ganaron una diputación local.
Después de 9 meses ya de airadas recriminaciones de unos
a otros, por haber respaldado a la fórmula panista encabezada por el ahora
alcalde de Manzanillo, Virgilio Mendosa Amezcua, hay priistas sensatos que
piensan que tiempo es ya de olvidar agravios mutuos y definir el perfil de
liderazgo que le garantice al priismo porteño su integración y fortalecimiento
interno, para recuperar de lo perdido el 1° de julio de 2012, lo que aparezca el
primer domingo de julio de 2015, fecha en que estará también en disputa la
gubernatura del Estado.
Por el enorme peso que los electores de Manzanillo tienen
en la contabilidad estatal de votos, el partido político que gane esta
importante plaza municipal, logrará la victoria estatal. No es exagerado
afirmar que el principal acceso a Palacio de Gobierno, Complejo Administrativo
y Casa de Gobierno, en 2015, será por el puerto y sus votantes. De este tamaño
es lo que el PRI se juega en la capital económica del Estado, razón por la cual
debe cuidar que su representación en este municipio no quede en manos de
cualquier taralatas, de quien más presione, grite, amenace y patalee, al estilo Pico Zepeda.
Además de superar el tema de las traiciones que Armida Núñez
y sus simpatizantes le imputan a Francisco Zepeda González y a las
desencantadas huestes de éste, la nueva dirigencia municipal priista porteña
tendrá que encontrar la fórmula para financiar sus tareas proselitistas y de
organización, con recursos económicos muy escasos. Este difícil escenario no
desalienta a quienes aspiran a presidir el CDM de Manzanillo los próximos tres
años, pero necesitarán algo más que ganas de ocupar el cargo, otra cosita
además de un poco de gracia: el visto bueno y el respaldo de quienes mucho se
juegan en Manzanillo, tanto los que buscan la gubernatura, como quienes
pretenden la alcaldía.
La mayoría de los cuadros priistas que han expresado su
interés en sacrificarse por su partido los próximos tres años como sus
dirigentes, no dimensionan los retos que el cargo que pretenden enfrentará de
cara a los próximos comicios, desde el lado de la oposición. Disputarle el
territorio electoral al Partido Acción Nacional (PAN) que es gobierno y tiene
como primer panista en el municipio a un
hábil político, como lo es Virgilio Mendoza Amezcua, no será empresa
fácil para el priismo manzanillense. No se hace uno de todos los que hasta la
fecha han levantado sus manos para decir que quieren.
EL ACABO
El túnel ferroviario de Manzanillo, con las debidas modificaciones a su proyecto original,
cruzará la ciudad a la altura del viejo hospital civil de San Pedrito. Resuelto
que ha sido este punto, ahora los porteños deberán exigir que los puentes
vehiculares, como en este espacio de opinión periodística se ha señalado, sean
“obras arquitectónicas que armonicen con la ciudad e incluso que sean motivo
que invite a la población a acudir al centro histórico”. Tienen en el Instituto
de Planeación de Manzanillo (INPLAM), al ente capaz de garantizarles que así
sea, siempre y cuando lo respalden y le otorguen recursos financieros
suficientes para que opere a plenitud.
Con un discurso más institucional y menos autoritario que
el empleado por su antecesor en el cargo, el director del Centro de la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes (SCT), Alejandro Torres Contreras, habla ya de
la elaboración de “un programa de trabajo para operarlo de manera conjunta con
el ayuntamiento -de Manzanillo- a efecto de que lo antes posible puedan
continuar los trabajos de este proyecto necesario para las operaciones del
puerto y para la ciudad”.
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