Rey de Bélgica expresa “pesar”
al Congo por pasado colonial
*El rey Felipe de Bélgica, en un inesperado pronunciamiento, expresa
'su más profundo pesar por las heridas' infligidas durante el periodo colonial
en el Congo
BRUSELAS.- El rey Felipe de Bélgica expresó hoy "su más
profundo pesar por las heridas" infligidas durante el periodo colonial en
el Congo, una declaración inédita en la estela de las protestas antirracistas
en el mundo.
Deseo expresar mi más profundo
pesar por estas heridas del pasado, cuyo dolor se ha reavivado por las
discriminaciones aún presentes en nuestras sociedades", escribió el
monarca en una carta dirigida al presidente de la actual República Democrática
del Congo.
En la misiva a Félix
Tshisekedi, con motivo de los 60 años de independencia de este país, Felipe, en
el poder desde 2013, evoca la época del rey Leopoldo II, pero sin nombrar a
este monarca cuya gestión del Congo belga se considera brutal.
En la época del Estado Libre
del Congo [de 1885 a 1908, cuando era propiedad privada de Leopoldo II] se
cometieron actos de violencia y crueldad, que todavía pesan sobre nuestra
memoria colectiva", aseguró el monarca.
El soberano reconoció también
que en este territorio, bajo el control de Bélgica entre 1908 y 1960, hubo
"sufrimientos y humillaciones".
El 30 de junio de 1960, el
territorio, llamado actualmente República Democrática del Congo, se
independizó.
En pleno movimiento mundial
contra el racismo iniciado tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos,
que se tradujo en Bélgica en críticas a su pasado colonial, la carta expresa el
compromiso real de "combatir todas las formas de racismo".
Aliento la reflexión iniciada
por nuestro Parlamento para que nuestra memoria sea definitivamente
pacificada", agregó en referencia a un acuerdo de principio entre grupos
políticos para crear una comisión parlamentaria sobre la memoria colonial.
En ese sentido, la primera
ministra belga, Sophie Wilmès, aseguró este martes que llegó el momento de que
Bélgica inicie el "camino de la investigación, de la verdad, de la
memoria" sobre su pasado colonial, "sin tabúes".
Entre 2000 y 2001, otra
comisión ya examinó el contexto del asesinato en enero de 1961 de Patrice
Lumumba, efímero primer ministro congoleño y apuntó a la "responsabilidad
moral" de "algunos ministros y otros actores" belgas.
¿PARA CUÁNDO LAS “DISCULPAS”?
El diario Le Soir celebró el
"gesto necesario, que engrandece al rey y a su país", mientras que el
rotativo La Libre lamentó que no fueran "disculpas".
Quizás lleguen al final de la
labor (de la comisión parlamentaria)", agregó el último.
La canciller congoleña, Marie
Ntumba Nzeza, dijo que el pesar "sirve de consuelo" para sus
conciudadanos.
Esto es un avance que
impulsará las relaciones de amistad entre nuestras dos naciones", agregó.
Sin embargo, para el antiguo
portavoz del expresidente Joseph Kabila, no es suficiente, llamando a
"reparar el daño en términos de inversiones y daños".
Eso es lo que esperamos de
nuestros socios belgas", agregó Lambert Mende.
La muerte del
afroestadunidense George Floyd, asfixiado a finales de mayo por un policía
blanco en Estados Unidos, ha reavivado el debate sobre la violencia del período
colonial en el Congo y el papel controvertido del difunto rey Leopoldo II.
REY DESPRECIADO
Muchas estatuas del soberano
entre 1865 y 1909 fueron atacadas en Bruselas y Amberes, especialmente, en su
mayoría con pintura roja simbolizando la sangre de los congoleños. Algunos
municipios decidieron retirarlas del espacio público.
En una petición que recabó más
de 80 mil firmas, el colectivo de militantes anticolonialistas "Reparemos
la Historia" reclama la retirada de las imágenes de este rey, acusado de
"haber matado a más de 10 millones de congoleños".
A través de empresas
concesionarias, Leopoldo II, reconocible por su larga barba, recurrió al
trabajo forzado para extraer el caucho del Congo e incluso se documentaron
abusos, como cortar manos a los trabajadores vistos como improductivos.
Según la mayoría de los
historiadores, la violencia no cesó después de la cesión del Congo al Estado
belga en 1908 y, durante décadas, se mantuvo un sistema de separación entre
negros y blancos parecido al apartheid en Sudáfrica.
"Se destacaron los
famosos 'beneficios de la civilización'", pero todo se orientaba a
"servir a este sistema de extracción y de producción de riquezas para los
colonos", dijo Romain Landmeters, investigador de la universidad
Saint-Louis.

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