TAREA POLÍTICA
José Luís Santana Ochoa
MÁS POR COLIMA
Con esta frase y luciendo una
sonrisa que el fotógrafo logró sacarle a su normalmente circunspecto rostro, el
presidente de la Comisión de Puertos y Marina Mercante de la Cámara de Diputados,
Arnoldo Ochoa González anuncia mediante espectaculares estratégicamente
ubicados en diferentes puntos de la geografía estatal, su Segundo Informe de
Labores Legislativas, evento de trascendental impacto político de cara al 2015,
que tendrá lugar el próximo sábado, a partir de las diez y media de la mañana,
en el Teatro “Alfonso Michel”, de la Casa de la Cultura de la capital del Estado.
El tres veces diputado
federal, ex diputado local, ex secretario general de Gobierno y ex gobernador interino de Colima,
aspira a la nominación de su partido, el PRI, a la gubernatura del Estado
2015-2021, la cual participa en el concurso tricolor “Bailando por un sueño”,
integrado a la quinteta de finalistas en la que también figuran el alcalde
capitalino Federico Rangel Lozano, Rogelio Humberto Rueda Sánchez, Mely Romero
Celis y José Ignacio Peralta Sánchez. Su informe, que dará de qué escribir los
próximos días, marcará el relanzamiento de su proyecto que tiene como objetivo
relevar en el cargo a Mario Anguiano Moreno
Arnoldo es percibido por sus
compañeros de partido y miembros de otras conformaciones políticas e instituciones de toda índole, como un político
en plena madurez, cuya experiencia, capacidad, conocimientos y oficio en la disputa y el ejercicio del
poder público, además de su ecuanimidad y vinculaciones con actores locales y
nacionales del quehacer gubernamental, de la vida pública, que le garantizaría
a los colimenses el gobierno que necesitan y demandan para superar el
desastroso estado de cosas imperante, siempre y cuando logre la candidatura,
primero; y luego, salve la aduana de las urnas el domingo 7 de junio de 2015.
Ya sesentañero, aunque todavía
en los primeros años de la sexta decena, Arnoldo todavía está en edad de
merecer. Desde hace rato que dejó de ser joven, pero aún cree en el cambio, la transformación
y el dinamismo, como vías para lograr el
crecimiento y el desarrollo integral y armónico del Estado, misión que han
ignorado los oportunistas que sólo buscan su enriquecimiento personal y de sus
mafias sin límites ni controles, y que
tienen a los colimenses sumidos en una profunda barranca, en espera de quien
pueda sacarlos de ella.
De los cuatro aspirantes priistas
a la gubernatura de Colima, más o menos afincados en la ciudad de México, son
Arnoldo y Rogelio Humberto los mejor relacionados con quienes toman las grandes
decisiones que inciden en la vida política y económica del país, teniendo al
mismo tiempo un buen conocimiento del
teje y maneje del escenario político
local.
Siempre centrados y con un
gran oficio político, jamás presumen ser los favoritos del presidente Peña como
sí lo hace, por ejemplo, José Ignacio, aromatizado a pinos, “hombre sí”, que no
mueve ni media ceja si no se lo ordena el preciso de quien pregona ya le dijo
que él será el próximo gobernador de Colima, igualito que como sucedió en 1999,
con Socorro Díaz Palacios, respecto a Carlos Salinas de Gortari.
Serán los dueños del nuevo
viejo PRI quienes, mediante encuestas o bolas de cristal, identifiquen a
su mejor prospecto para una contienda
que fácil no será. Si el alto mando priista nacional no inviste candidato a
gobernador a quien mejor posicionado esté, al momento de la decisión, en el ánimo de quienes sufragarán el domino 7 de
junio próximo, a quien los ciudadanos crean que “va a resolver de mejor manera la
generación de empleos, el desarrollo económico, el tema de seguridad, la
educación, la gobernabilidad y muchas cosas más”, le pavimentarán a la
oposición el camino a la alternancia. Equilibrar de manera armónica popularidad
y eficacia, simpatías, hechos y resultados racionalmente
esperados, es la cuestión a resolver por quienes mandan y gobierna en el PRI de
Enrique Peña.
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