sábado, 3 de mayo de 2014

Pergamino balompédico                   

Alex Carbajal Berber

¿El burdel en casa?

No me gusta decir “se los dije”, pero hace menos de un mes, ante la llegada de Lavolpe al rebaño, pregunté en voz alta cuánto tiempo tardarían en pelearse y, por ende, distanciarse, dos de los hombres más polémicos del futbol mexicano.

El tema del acoso sexual del técnico argentino a la podóloga, ante el vendaval de acusaciones encontradas entre ambos personajes involucrados esta polémica, ha dejado en predicamento los planes del Guadalajara, con miras a una temporada en la cual son uno de los candidatos serios al descenso.  
Hay varias vertientes que se han desatado tras el estallido del nuevo escándalo chiva. Lo que es innegable es que las condiciones en que los directivos de Chivas reciben el equipo, son desastrosas. No solamente quedaron fuera de la liguilla, sino que ahora se han quedado sin técnico, sin olvidar la ridiculización artera de su sistema de funcionamiento intraclub.
Lavolpe había solicitado un número importante de refuerzos, pues en su momento, llegó a ser el más sensato de los encargados del equipo. Destapó algunos otros fuegos que no se han apaciguado. Si es verdad que ciertos directivos del rebaño acuerdan traspasos con representantes, como lo dijo de Palencia, resultará demasiado complicado que el chiverío resuelva su próxima temporada de manera razonable.
Más allá de esto, lo de tener topos en el vestidor también caló hondo en la directiva rojiblanca. Si Lavolpe se había enfadado porque un par de futbolistas funcionaban de orejas para Angélica Fuentes –la esposa de Vergara-, había pocas posibilidades de que el accionar del argentino tuviera futuro.
En la historia reciente de Chivas, este es sólo un escándalo más para Vergara. Para Lavolpe es una novedad, pues le incluye un proceso judicial por acoso sexual, del cual tendrá que defenderse y comprobar su inocencia. Para Chivas, como equipo, puede representar el inicio del fin. El equipo está en peligro de descenso, y los detallitos que desveló el propio entrenador argentino, son los menos propicios para que entrenadores de calidad se animen a tomar el mando del cuadro tapatío.

A los chismes y el tráfico de jugadores hay que agregar que la directiva no paga lo que acuerdan con entrenadores, una novedad para la hinchada rojiblanca. Y si, como dice Lavolpe, la podóloga daba masajitos –con o sin final feliz-, habría que enfatizar otra cualidad a la institución chiva: tener el burdel en casa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario